
El bacalao es uno de los pescados más usados en la gastronomía española.
Este pescado blanco es una mina de nutrientes, bajo en grasa. Más común es encontrarlo seco o salado que fresco. Se trata de un método de conservación que da un gran sabor y permite más posibilidades gastronómicas. Además, produce una concentración de minerales. Salado es mejor para rellenos, sopas o cremas.